lunes, 14 de abril de 2014

Billy Elliot

Billy Elliot es otro de esos largometrajes que nos permiten observar un enorme trasfondo educativo, pudiendo extraerle una gran cantidad de conocimientos y experiencias relacionadas con la comunidad educativa.
Se desarrolla dentro de un circulo familiar muy tradicional, lleno de problemas personales y económicos.
En este laberinto de sentimientos enfrentados aparece la figura del docente capaz de descubrir y observar cualidades que irán floreciendo a base de esfuerzo y trabajo.
El niño protagonista de dicha historia tendrá que superar las trabas  impuestas por una sociedad muy conservadora y poco tolerante, odian salirse del terreno marcado y apreciamos una discriminación por sexos en sus formas de expresión creativa.
La coeducación debería tenerse en cuenta como un valor educativo y en la actualidad los pensamientos relacionados con los sentimientos adquieren y alcanzan una importancia esencial dentro de la escuela.
En esta película los roles de cada personaje están muy marcados y observamos una influencia rígida de la familia en la educación de sus hijos y solo cuando estos comprenden los deseos y motivación de su hijo aceptan formar parte de este proyecto.
Dato llamativo es el hecho que incluso gente con comportamiento adecuado para el aprendizaje, deben superar una prueba de acceso ante un tribunal para ser admitido en la escuela que le proporcionará un ilusionante futuro en la danza.
También he interpretado esta película como un caso de inteligencia corporal dentro de la Teoría de las inteligencias múltiples de Howard Gardner, donde apreciamos con claridad los sentimiento y emociones que al niño le produce bailar.



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